Venezia è sempre bella ma Verona non è da meno
De primero, un gran plato de gnocchi con gorgonzola, especialidad de un espagnol muy italiano.
De segundo, un dia gris por Verona que le dio una luz especial.
Y de postre, una Venezia radiante.
El primer sobresalto en el tren. Al entrar ya sabiamos que algo pasaba. “Questa è seconda classe? Pues por 7 euros no esta mal”.Efectivamente, era segunda clase pero no del tren que debiamos coger si no un Freccia Bianca. El revisor nos dio la solucion:”O pagais 25 euros o descendeis en Faenza y esperais al siguiente”. Alli nos vimos, en un anden solitario, esperando el tren correcto. Dos segnores mayores a los que les habiamos preguntado, nos esperaban en el vagon con medias sonrisas. Ya sabian que no les habiamos entendido.
Verona es preciosa y mas si la visitas con una italiana alegre y divertida. Ademas, nos sorprendio con una imagen poco vista. Se hizo la noche en el dia y empezo a diluviar. Nuestra suerte, acababamos de entrar en L’ Arena donde nos reguardamos de la tormenta en un marco inigualable. A pesar de la lluvia y el frio, que nos dio un respiro nada mas que a medio dia, nos quedo un buen sabor de boca de la ciudad de Romeo y su Julietta.
Despues de una noche en la que dormir fue lo unico que no se pudo hacer, de lidiar con un revisor que en nada se parecio al primero y de pasar mucho, mucho frio, fue agradable abrir los ojos y encontrarte rodeada de agua entrando en Venezia Santa Lucia. Como fue agradable sentarte a tomar un “cappuccio” y un “cornetto a la crema”.
Venezia es mejor que la recordaba, con sus canales, sus callejuelas y la imponencia de la “Piazza San Marcos”. Algo que nunca habia visto, un atasco de gondolas. Que maestria de los gondoleros. Algo que habia visto y no recordaba, “Il Ponte Vecchio”. Algo que no me canso de ver, el muelle en el que el leon de San Marcos y San Teodoro te dan la bienvenida.
El fin de semana termino con esta conclusion: aunque Venecia es siempre bella, Verona no se queda atras.
Categorie