Two months in Arad: my unforgettable Erasmus experience
My name is Mireia, I am 36 years old and I recently finished the Higher Vocational Course of Tourist Guide, Information and Assistance at the Cavall Bernat Institute in Terrassa (Barcelona). During June and July of my last year of studies, I did an Erasmus stay in Arad (Romania).

From my point of view, I can say that the experience of a trip like this does not start when you arrive at the destination, but much earlier. In fact, when I was told that I had been selected as a participant, after completing all the application steps, I felt the same excitement (or even more) than the day I started to prepare my luggage.
I remember that, at the beginning, I had many worries and a bit of fear about what I could find in my destination. But my coordinators, from the local organization Predict Consulting, from the partner organization Uniser, and of course the teachers from my school, were in contact with me several weeks before my departure. That made me feel calm and in very good hands.
Once I arrived, both the driver who took me from Timisoara airport and the colleague who gave me the keys of my room welcomed me very warmly, and that also gave me a lot of peace.

My accommodation was in a student residence, the Hotel Academica. I knew it was not going to be a five-star hotel, but it was very cozy. And even if I did not speak Romanian and they spoke very little English, the staff was very kind and helpful with my basic needs during my stay, and they made me feel very well cared for.
The main goal of this experience was to do a training period in a workplace related to my studies. In my case, I did my internship at the Best Western Central Hotel in Arad, as a receptionist. I carried out the normal tasks of the job with the help and supervision of my colleagues and my manager. I was very positively surprised by the kindness and hospitality of all the staff. Honestly, they made me feel like part of the team.

In general, everything I lived during those two months was really fantastic: the beautiful places I visited, the delicious local food I tried, and all the wonderful people I met and with whom I shared many moments. Thanks to them, I never felt alone.
Without any doubt, I will never forget this experience, and I am very grateful for having had the opportunity to live it.
SPANISH VERSION
Me llamo Mireia, tengo 36 años y, recientemente, he finalizado el Ciclo Superior de Guía, Información y Asistencia Turísticas en el Instituto Cavall Bernat de Terrassa (Barcelona). Y durante los meses de junio y julio de mi último año de estudios, realicé una estancia de Erasmus en Arad (Rumanía).
Desde mi punto de vista, puedo asegurar que, la experiencia de un viaje como este, no se empieza a vivir en el momento en el que aterrizas en el lugar de destino, sinó muchísimo antes. De hecho, cuando me dijeron que había sido seleccionada como participante, después de haber realizado los trámites correspondientes para la solicitud, sentí la misma emoción (o más) que el día que empecé a preparar mi equipaje.
Recuerdo que, al principio, me surgieron muchas preocupaciones y cierto temor por lo que me pudiera encontrar en mi lugar de destino, pero mis coordinadoras, tanto de la organización local Predict Consulting como por parte de la organización colaboradora Uniser y, sin duda, el profesorado de mi instituto, estuvieron en contacto conmigo desde varias semanas antes de mi partida, y eso me mantuvo muy relajada y me hizo sentir en muy buenas manos.
Una vez allí, tanto el conductor con el que tenía programado mi traslado desde el aeropuerto de Timisoara como el compañero que tenía que entregarme las llaves de mi habitación, me recibieron con una muy cálida bienvenida, y eso también me transmitió mucha tranquilidad.
Mi alojamiento se ubicaba en una residencia universitaria, el Hotel Academica. Sabía perfectamente que no se iba a tratar de un hotel de 5 estrellas, ni mucho menos, pero, aún así, fue muy acogedor y, a pesar de la barrera del idioma (yo no hablaba nada de rumano y ellos apenas hablaban inglés), el personal trabajador fue muy amable y considerado con las necesidades básicas que pude tener durante mi estancia y me hicieron sentir muy bien atendida.
El principal objetivo de esta experiencia era realizar un período de formación en un centro de trabajo relacionado con mis estudios. En mi caso, yo hice mis prácticas en el Hotel Best Western Central de Arad como recepcionista, en las cuales realicé tareas propias del puesto con la ayuda y la supervisión de mis compañeras y de mi encargada. Lo cierto es que quedé gratamente sorprendida con el nivel de amabilidad y de hospitalidad de todo el personal; sinceramente, me hicieron sentir como un miembro más de la plantilla.
En general, todo lo que viví en esos dos meses fue realmente fantástico: los preciosos lugares que visité, la deliciosa comida local que probé, y todas las personas maravillosas que conocí durante todo ese tiempo con las que compartí muchos momentos y por las cuales nunca llegué a sentirme sola.
Sin duda, nunca olvidaré esa experiencia, y estoy muy agradecida por haber tenido la oportunidad de vivirla.
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